El aprendizaje a lo largo
de la vida.
En
la enseñanza básica de esta semana tuvimos la oportunidad de conocer el
testimonio de dos compañeras de Educación Social que tras abandonar los
estudios, por diferentes circunstancias de sus vidas, decidieron retomarlos
hace cuatro años.
Clara
es una de ellas.
Clara
tiene 44 años y retomó sus estudios a los 40, tras sufrir mobbing en su puesto
de trabajo de aquel entonces.
A
ella, desde pequeña, le habían dicho que no servía para estudiar. De hecho, nos
confiesa que su padre le ayudaba a estudiar y que esa dependencia le hizo no
saber estudiar por ella misma, o al menos eso es lo que llegó a pensar.
Hizo
un módulo de secretariado, en el que tuvo que emplear dos años más de lo
habitual, y después se matriculó en la
carrera de Magisterio, pero vio que esto no la motivaba.
Tras
sufrir acoso laboral, Clara decidió dar un cambio a su vida y retomar sus
estudios, matriculándose en el módulo de “Animación Sociocultural”. Fue
entonces cuando descubrió lo que verdaderamente le gustaba y fue por ello por
lo que se animó, tras finalizar dicho módulo, a realizar la carrera de
Educación Social. Nos cuenta, además, que desde que está estudiando en la
Universidad Pablo de Olavide ha tenido muchas oportunidades para vivir
experiencias inolvidables y verdaderamente enriquecedoras (viajó a una aldea de
Marruecos, estuvo este verano en EE.UU. durante dos meses formándose en una
Unidad de Estancia Diurna…)
Para
ella esta experiencia ha sido realmente positiva y nos dice que si algo ha
aprendido con los años es que todo aquello que aprendemos puede sernos de gran
utilidad en nuestra cotidianeidad. “Nada es inútil de aprender y de ello te das
cuenta con los años porque ves que tienes muchos recursos a tu alcance, aunque
muchas veces una lo olvide”.
Pero
no solo pudimos conocer la experiencia de Clara, también compartió con nosotras
su experiencia Victoria, compañera de Educación Social.
Victoria
tiene 50 años.
Comenzó
con 46 años en la carrera de Educación Social.
Ella
trabaja como cocinera y nos transmite que ella realmente ha retomado sus
estudios por motivación e inquietud personal por aprender.
Para
ella todo lo que aprendemos sirve en nuestra vida.
A
nuestras espaldas llevamos una mochila donde guardamos todas aquellas cosas que
hemos aprendido a lo largo de los años y que están ahí para utilizarlas cuando
nos hagan falta.
Nos
comenta Victoria que aunque ella no ha podido participar en ciertas actividades
organizadas por la universidad, y en las que Clara sí que ha participado,
realmente participa en todo cuanto puede. Bromea con ello diciendo que está
“metida en todos los fregaos”. De hecho, ella es la organizadora y
administradora del grupo Facebook de los educadores sociales de la Universidad
Pablo de Olavide (“Los edusos de la UPO”). Además, fue finalista de los premios
Nico, organizados por “Mundo Mayor”, en los que se la galardonó con una
estatuilla.
De
esta manera, gracias al testimonio de estas dos compañeras, hemos podido ver
que realmente para aprender solo hacen falta una serie de ingredientes, como si
de una receta se tratara: motivación, inquietud y recursos, combinados con
dedicación, constancia y un poco de organización,
además de una dosis de ingenio y creatividad.
Por
último, antes de cerrar esta entrada, nos gustaría compartir un vídeo que
verdaderamente nos emocionó y que es muy significativo para poder comprender lo
explicado.
¡Esperamos
que os guste!
No hay comentarios:
Publicar un comentario