jueves, 26 de diciembre de 2013

Generación Rock.


Generación Rock es un programa de TVE protagonizado por el director musical y cantante Ramón Melendi y el productor artístico José de Castro, en el que participan 15 personas mayores de 68 a 85 años, las cuales han sido elegidas tras pasar varios castings. En el programa, estas personas tienen que superar una serie de retos cantando.

Los quince protagonistas provienen de diferentes lugares: Ceuta, Extremadura, Andalucía, Cuba, Jaén, Madrid… Todos han dejado de lado nietos, ganchillo y dominó para preparar un desafío insólito: cantar ocho temas emblemáticos de la historia del rock. Siendo el objetivo del programa realizar un concierto final ante un numeroso público.

Durante ocho semanas, estarán ensayando y adaptándose a este estilo. Melendi prepara un variado repertorio que incluye temas en inglés y que pone a prueba la paciencia, la memoria y las dotes interpretativas de la banda. Este repertorio incluye a los Rolling Stones, Luz Casal, Rosendo, Alaska o Queen, y culmina con el himno del programa, el tema “Mi Generación”, que Melendi ha compuesto especialmente para la ocasión.

Además los quince protagonistas realizarán diferentes salidas y actividades: como la grabación de un videoclip o una escapada al Festival de la Luz en Galicia o al London Rock Tour.

Durante tres meses, los equipos de Generación Rock han seguido el proceso de aprendizaje de los quince  miembros de la banda y también en su día a día, para mostrar cómo han encajado, ellos y sus familias, un cambio tan radical de rutina. El resultado es más que un programa musical: es una mirada sorprendente, insólita, optimista y tremendamente emocionante de la vitalidad de la tercera edad y una demostración de su capacidad de superación, aprendizaje y talento.

Como todo el mundo sabe: “Los viejos roqueros nunca mueren”.

A continuación dejamos unos enlaces del programa:


viernes, 13 de diciembre de 2013

El aprendizaje a lo largo de la vida.

En la enseñanza básica de esta semana tuvimos la oportunidad de conocer el testimonio de dos compañeras de Educación Social que tras abandonar los estudios, por diferentes circunstancias de sus vidas, decidieron retomarlos hace cuatro años.

Clara es una de ellas.

Clara tiene 44 años y retomó sus estudios a los 40, tras sufrir mobbing en su puesto de trabajo de aquel entonces.

A ella, desde pequeña, le habían dicho que no servía para estudiar. De hecho, nos confiesa que su padre le ayudaba a estudiar y que esa dependencia le hizo no saber estudiar por ella misma, o al menos eso es lo que llegó a pensar.

Hizo un módulo de secretariado, en el que tuvo que emplear dos años más de lo habitual,  y después se matriculó en la carrera de Magisterio, pero vio que esto no la motivaba.

Tras sufrir acoso laboral, Clara decidió dar un cambio a su vida y retomar sus estudios, matriculándose en el módulo de “Animación Sociocultural”. Fue entonces cuando descubrió lo que verdaderamente le gustaba y fue por ello por lo que se animó, tras finalizar dicho módulo, a realizar la carrera de Educación Social. Nos cuenta, además, que desde que está estudiando en la Universidad Pablo de Olavide ha tenido muchas oportunidades para vivir experiencias inolvidables y verdaderamente enriquecedoras (viajó a una aldea de Marruecos, estuvo este verano en EE.UU. durante dos meses formándose en una Unidad de Estancia Diurna…)

Para ella esta experiencia ha sido realmente positiva y nos dice que si algo ha aprendido con los años es que todo aquello que aprendemos puede sernos de gran utilidad en nuestra cotidianeidad. “Nada es inútil de aprender y de ello te das cuenta con los años porque ves que tienes muchos recursos a tu alcance, aunque muchas veces una lo olvide”.

Pero no solo pudimos conocer la experiencia de Clara, también compartió con nosotras su experiencia Victoria, compañera de Educación Social.

Victoria tiene 50 años.

Comenzó con 46 años en la carrera de Educación Social.

Ella trabaja como cocinera y nos transmite que ella realmente ha retomado sus estudios por motivación e inquietud personal por aprender.

Para ella todo lo que aprendemos sirve en nuestra vida.

A nuestras espaldas llevamos una mochila donde guardamos todas aquellas cosas que hemos aprendido a lo largo de los años y que están ahí para utilizarlas cuando nos hagan falta.

Nos comenta Victoria que aunque ella no ha podido participar en ciertas actividades organizadas por la universidad, y en las que Clara sí que ha participado, realmente participa en todo cuanto puede. Bromea con ello diciendo que está “metida en todos los fregaos”. De hecho, ella es la organizadora y administradora del grupo Facebook de los educadores sociales de la Universidad Pablo de Olavide (“Los edusos de la UPO”). Además, fue finalista de los premios Nico, organizados por “Mundo Mayor”, en los que se la galardonó con una estatuilla.

De esta manera, gracias al testimonio de estas dos compañeras, hemos podido ver que realmente para aprender solo hacen falta una serie de ingredientes, como si de una receta se tratara: motivación, inquietud y recursos, combinados con dedicación,  constancia y un poco de organización, además de una dosis de ingenio y creatividad.

Por último, antes de cerrar esta entrada, nos gustaría compartir un vídeo que verdaderamente nos emocionó y que es muy significativo para poder comprender lo explicado.

¡Esperamos que os guste!


sábado, 7 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, un adulto mayor ejemplar.

Llegando casi al final de esta asignatura: “La Educación de personas adultas y mayores” queremos relacionar un hecho reciente, la muerte de Nelson Mandela el día 5 de Diciembre de 2013 con todo lo relacionado con las personas mayores que hemos dicho hasta ahora. Además es una forma de hacer homenaje a este personaje tan importante para la humanidad.

Nelson Mandela murió con 95 años tras una vida de lucha por la igualdad de las personas blancas y negras, aplicando métodos de resistencia no violenta. Fue político y abogado y estuvo encarcelado por el Apartheid durante 27 años pero tras su salida de la cárcel siguió luchando por una democracia multirracial para su país y recibió el premio nobel de la paz.

Podemos observar un claro ejemplo de lucha y superación, a media que avanzaba su edad. Sus capacidades físicas quizás se redujeran pero su motivación y actividad nunca se vieron mermadas.

Relacionando esto con la entrada anterior se puede comprobar cómo los estereotipos no se cumplen, ya que Mandela buscaba un cambio radical en la forma de vida de su país, por lo cual sus acciones fueron continuas y creativas. En todo momento, Mandela estaba cercano a su pueblo y aunque sufría algunas enfermedades, sobre todo al final de sus días con una infección pulmonar, siempre disfrutó de lo que hacía ya que veía que su lucha podía cambiar y acabar con el Apartheid que segregaba de forma racial en Sudáfrica.

Con todo esto podemos afirmar que no por ser mayor la persona tiene que quedar en un segundo plano, sin realizar ninguna actividad y esperando a que llegue el final de sus días. De forma contraria hay que impulsar a que las personas mayores aumenten sus contactos y la participación social, y se debe sensibilizar a la sociedad de que no por ser mayor se pueden realizar menos cosas sino que al contrario, hay que hacer frente a esa cultura que nos gobierna y que a partir de cierta edad nos hace inútiles y sin valor.

Te recordaremos siempre.


Entrada voluntaria: Los estereotipos sobre los mayores.

Cambiando nuestra forma de pensar.

Esta entrada va dedicada a desmontar todos aquellos estereotipos que la mayoría de personas tenemos sobre los mayores. Ahí van algunos de ellos:

-Aferrados a sus tradiciones, no les gustan los cambios ni las novedades.
Debemos partir de que todos tenemos un cierto temor al cambio, al no saber que va a ocurrir después. La personalidad de cada uno va a influir en el deseo u oposición al cambio. En contra de este estereotipo podemos destacar que la represión del pasado puede impulsar a muchos mayores hacia ese cambio en su modo de vida, que antes no les estaba permitido. Con los cambios que se producen en la actualidad, muchas de estas personas se motivan y comienzan a participar en actividades que antes no se habían planteado (gimnasia, bailes de salón, pintura…)


-Son más lentos en sus acciones y pensamientos y su creatividad también es menor.
Esto se puede comprobar que no es cierto con los ejemplos claros de muchas de nuestras abuelas, que son muy creativas ya que te hacen un guiso para comer con lo primero que encuentran. Además son capaces de hacer juguetes con tela y toda una gran variedad de utensilios que reutilizan de forma imaginativa. Esto nos demuestra que la experiencia es un grado y el hecho de haber pasado por situaciones difíciles como la postguerra acentúa esa capacidad de creación, al contrario que se suele pensar.

-Disminuye la capacidad de aprendizaje.
La capacidad de aprendizaje no se reduce sino que la forma de aprender de los mayores es diferente, con otros ritmos y técnicas de enseñanza. Además hay que destacar que se adaptan bastante bien a los cambios y esto les puede permitir aumentar la capacidad de innovación; aunque esto último dependerá de la personalidad de cada uno.

-Pueden llegar a ser más irritables, y en ocasiones, difíciles de tratar.
Es cierto que las personas mayores tienden a estar más susceptibles y con continuos cambios de humor, lo cual puede pensarse que es debido a una baja autoestima al ver que sus capacidades se reducen. Sin embargo, lo que ocurre realmente es que todos estos cambios dependerán de la personalidad de cada uno, por lo que una persona que siempre ha sido irritable lo seguirá siendo. Ante esto hay que fomentar los contactos sociales puesto que pueden reducir esos continuos cambios de estado de ánimo.

-Suelen sufrir más enfermedades que les impiden disfrutar y son causa de su jubilación.
Es cierto que las personas mayores tienen enfermedades relacionadas con el deterioro físico, pero esto no les tiene porque impedir disfrutar. De hecho, muchas de estas personas asumen el momento de vida en el que se encuentran y disfrutan plenamente de él, gracias a la experiencia y a toda la trayectoria vital que ya poseen. Por esta razón, la jubilación no viene derivada de sufrir estas enfermedades, sino que es un momento en la vida laboral de una persona en la que ésta decide dejar de trabajar, después de muchos años haciéndolo. Esto incluso puede significar mayor tiempo libre para su disfrute.


-Menor capacidad de producción por lo que hay que jubilarlos.
La capacidad de producción no se reduce, pero hay que dejar paso a los jóvenes. Además en los trabajos de gran esfuerzo es cierto que la edad de jubilación es más baja. Ante esto hay que decir que los mayores ven deterioradas algunas de sus capacidades pero esto se compensa con la experiencia acumulada y con el hecho de que tienen muchos más recursos a la hora de trabajar.

-Suposición de encontrarse en una situación de decrepitud e inutilidad.
Se reducen las capacidades en algunos aspectos pero no son por ello inútiles. Culturalmente tenemos la tendencia a hacer inútiles a las personas mayores, y se les transmite la idea de lo que pueden hacer ya no es valioso. Ante esto tenemos que considerar que cualquier persona realiza acciones de valor y útiles y esta es la idea que debemos transmitir a los mayores para que no se reduzca su autoestima.


-No se les reconoce la posibilidad de realizar trabajos de arte, ciencia o académicos.
Esto es falso como muestran múltiples ejemplos de personas famosas que son mayores y que siguen produciendo. Algunos de estos ejemplos son: Pablo Picasso, José Saramago, Isabel Allende, Julio Iglesias… Con esto se observa que no por tener mayor edad la posibilidad de realizar arte o tareas académicas se reducen.


EPD 9: La figura del formador en el ámbito profesional.

Esta semana hemos realizado la última EPD de la asignatura: Educación de Personas Adultas y Mayores, en la que debíamos elaborar un resumen sobre el texto "La figura del Formador en el Ámbito Profesional" de Luis Amador Muñoz y Mª Carmen Monreal Gimeno.

El resumen de nuestro grupo fue el siguiente:

El formador debe estar preparado para todos aquellos cambios que se nos presentan en nuestra actual sociedad; tanto si estos proceden del mundo exterior como si provienen de nuestro propio mundo. Por ello, debemos tener en cuenta el marco general de su formación desde los diferentes puntos de vista o enfoques.

1. El formador en el mundo laboral.
El formador está especializado en determinados conocimientos y al mismo tiempo ser una especie de orientador.

Son varios los enfoques a partir de los que se puede observar la figura del formador:

-Enfoque técnico à educación entendida como igualdad de oportunidades siendo obligatoria y gratuita. Será responsabilidad de las instituciones y se centrará en los conocimientos que tiene el profesor y no el alumno. Planificación externa y fuera del control del profesorado.

-Enfoque de la solución de problemas à educación entendida como análisis de reflexión de la práctica. Es importante deliberar desde la información. El formador es un elemento externo que facilita el encuentro de la solución más viable.

-Enfoque cultural à se considera la educación como un proceso complejo determinado por valores y creencias culturales. El profesor interpreta desde su valor y creencia el proceso de formación.

-Enfoque sociocrítico à la educación es analizada desde el punto de vista del mundo social y se entiende como una interrelación entre prácticas, ideologías profesionales, intereses sociales y culturales. Para la solución de los problemas es fundamental la participación social.

2. La formación del formador.
El formador tiene una doble responsabilidad: promover la formación de los profesionales dedicados a ella y fomentar y potenciar su propia formación.

Pueden distinguirse diferentes enfoques que permiten hacer frente a la formación de los formadores: la tradicionalidad, la tecnología, el contextual y el contextual-crítico.

Existen cuatro bloques de formación:
-Contenidos culturales generales.
-Contenidos pedagógicos.
-Contenidos profesionales generales.
-Contenidos técnicos profesionales específicos.

2.1. Dificultades en la formación.
-Falta de tiempo.
-Indefinición del compromiso entre el formador y el grupo destinatario de la formación.
-Falta de incentivos.
-Aislamiento entre los formadores.

3. El formador: un animador educativo.
El formador debe potenciar la comunicación y estructurar la vida en el aula, coordinar al resto de formadores y generar una cohesión de grupo. El trabajo debe ser flexible permitiendo cambios en el proceso, existiendo relación entre los objetivos y contenidos.

Se fomentará la autonomía personal de los alumnos y se dará respuesta a sus expectativas.


EPD 8: En la ciudad sin límites.

En esta sesión práctica hemos visto una película que cuenta la historia de una familia, diseminada por la geografía por diversas cuestiones, que se reúnen en un hospital de París al estar tratando al padre de un cáncer. 

El padre además del cáncer también muestra signos de padecer alzheimer reflejados en una paranoica desconfianza de todos los que le rodean, afirmando que conspiran para acabar con él.

Toda la familia considera que el padre, debido a su edad y a su enfermedad ya no sabe lo que dice ni lo que hace, por ello, muestran una actitud compasiva y de protección pero no prestan atención a lo que el padre quiere en ningún momento, excepto el hijo pequeño.

Se muestra una imagen de una familia rica pero incomunicada. No hablan entre ellos de lo que sienten y el padre, al estar en una situación de decadencia, ha perdido para los miembros de la familia todo el prestigio que tenía con anterioridad.

En esta película podemos establecer dos rangos de personas: los adultos mayores donde encontramos a la madre y al padre y los adultos jóvenes donde estarían los tres hijos y las novias y/o esposas. 

En los adultos jóvenes se observa una trayectoria de vida basada en el trabajo y el esfuerzo, de hecho deben hacer turnos para cuidar del padre en el hospital a la vez que cumplen con su horario de trabajo. Solo destaca el hijo pequeño, el cual se fue a vivir a Argentina tras conocer a su novia y esta pareja si parece mostrar una comunicación fluida hasta que aparece el romance secreto de este hijo con la cuñada. 

Por otra parte, los adultos mayores son, por un lado, la madre, la cual sigue manteniendo los contactos sociales con personas externas a su familia e intenta cuidar a sus hijos y a su marido. Y por otro lado, el padre, que en el momento en el que enferma se ve sumido en una decadencia y una falta de comunicación, además de perder los vínculos sociales. Todo se encuadra dentro de una hipocresía y falta de emociones, en una familia que parece ocultar algo.

El padre dentro de esta familia es un elemento que genera tensión y discordia, puesto que ha provocado que todos se tengan que movilizar y estar pendientes de él debido a su enfermedad. La familia con respecto a esta situación se encarga de los cuidados empleando grandes cantidades de dinero en hospitales y tratamientos, pero no se observa un trato cercano entre miembros de la familia ni muestras de cariño o ternura con el padre.


El conflicto se genera cuando el padre enferma y hay una responsabilidad que cumplir con respecto a los cuidados. El padre, a las puertas de la muerte quiere reencontrar su pasado (un mundo feliz o al menos distinto), acogerlo, defenderse de los que imposibilitaron toda su existencia, destacando sobre todo a su mujer. Se observa así un deseo constante, por parte del padre, de recuperar su autonomía.

A lo largo de toda la película, el padre desea volver a revivir un momento de su pasado y para ello tiene una motivación intrínseca: satisfacción personal, una vez que ha arreglado un tema que él considera que tenía pendiente. De los miembros de la familia, solo el hijo menor intentará escuchar a su padre porque piensa que lo mínimo que puede hacer es atender las necesidades, intereses y motivaciones de su padre en ese momento de su vida.

En definitiva, esta película muestra otra perspectiva de las diferentes situaciones que puede vivir una persona adulta mayor durante su vida. Con esto, analizamos y comprendemos que no podemos encasillar a todos los adultos mayores dentro del mismo cajón, puesto que todos y cada uno de ellos tienen estilos de vida, trayectorias profesionales, familias, motivaciones e intereses diferentes.

domingo, 24 de noviembre de 2013

EPD 7: Elsa y Fred.

En esta sesión hemos visto una película que narra la historia de dos ancianos: Elsa, una mujer argentina mitómana, manipuladora y atolondrada que vive en Madrid y Alfredo, un viudo que se muda, siete meses después de que falleciese su mujer, al mismo edificio que Elsa.

Tras un incidente, los dos ancianos comienzan a conocerse y entre ellos nace un romance que ambos ven como la última oportunidad de ser felices.

A continuación, incluimos la relación de preguntas a la que teníamos que dar respuesta:

1. Describe la evolución del protagonista y el cambio en su proyecto vital tras conocer a Elsa.
Cuando Fred llega a Madrid a su nuevo piso, se le ve triste y con una visión pesimista de la vida. No encuentra una razón para vivir tras la muerte de su esposa y comienza a tener carencias en sus relaciones personales, tanto con su familia como con sus amigos. Se niega a salir de casa y no quiere mantener contacto con ninguna persona, lo cual provoca que su personalidad no se desarrolle como lo hacía antes de ser viudo. Su única salida es al cementerio a llevarle flores a su esposa, y allí Alfred no puede disimular su pena, se rinde en sollozos sobre la tumba de su difunta mujer.

Además la hija del protagonista se ocupa de todo lo referente a su vida: vivienda, medicación, tareas…, lo que provoca una disminución de su capacidad de autodirección. Esta actitud de la hija se basa en un deseo de protección a su padre, al cual ve indefenso tras la muerte de su esposa. 

El protagonista se siente enfermo y toma medicación en exceso, además come sano e intenta no hacer nada que le perjudique a su salud. Todo esto refleja un temor a la muerte. Asimismo, sus intereses personales se reducen, y ya ni siquiera sale a pasear con su amigo ni quiere que lo visite su nieto. Permanece todo el tiempo junto a su perro, su más fiel compañía para no sentirse solo.

Sin embargo, en el momento en el que Fred conoce a Elsa, y supera su actitud pesimista ante la vida, comienza el cambio, lo cual no ocurre de manera fácil, sino que Elsa tuvo que hacer todo lo posible por motivarlo y transmitirle las ganas de vivir, a través de insistencias y continuos planes.

Elsa es una mujer mayor que está enferma y vive cada minuto como si fuera el último, disfrutando de todos los detalles del día a día y esta actitud es la que le transmite a Fred, el cual comienza a salir de su vivienda. Van a cenar juntos y a pasear con el coche. Fred comienza a desear tener intimidad en su hogar y por ello le pide a la hija que llame antes de visitarlo y le pide que le devuelva las llaves de su vivienda. 

Fred se adapta a la muerte de su pareja y comienza un nuevo proyecto de vida junto a Elsa. Ambos aceptan que sus fuerzas físicas y su salud han decaído pero esto no les impide disfrutar de cada momento. Ambos personajes se encuentran en un momento vital en el que necesitan evaluar y aceptar sus vidas para poder aceptar la llegada de la muerte.

El protagonista recobra las ganas de vivir, de hacer cosas diferentes a las que siempre ha hecho y gana confianza en sí mismo y mayor seguridad. A pesar de ser una etapa de la adultez tardía, no todo es deterioro y se observa cómo cada día ambos personajes ganan en experiencias. Elsa nos hace creer en el amor durante esta etapa de la adultez y nos demuestra que la idea de la vejez y la muerte no son suficientes para estar tristes o para vivir con miedos.

En definitiva, es una historia de dos personas que al final del camino de sus vidas descubren que nunca es tarde para amar ni para soñar.

2. Comenta cómo es el desarrollo de la actitud de la red social de Elsa y Fred, antes y después de conocerse.
Antes de conocerse Elsa y Fred, la red social de Fred tenía una actitud protectora y de preocupación hacia el viudo.

Su hija se ocupaba de todo lo referente a su vida: vivienda, medicación, tareas…, lo cual provocaba una disminución de su capacidad de autodirección.

Su nieto, acudía a visitarlo por las mañanas para intentar convencerlo de que fuera a pasear con él y además mantenía contacto telefónico con el mejor amigo y también médico de su abuelo. Contactos telefónicos en los que ambos intercambiaban sus impresiones sobre el estado de Fred.

Y asimismo, el amigo de Fred lo motivaba a salir con él y a dejar de preocuparse por su estado de salud, pues él es una persona que mantiene una alimentación equilibrada y que intenta no hacer nada que le perjudique a su salud.

Sin embargo, la actitud de estos tres personajes a lo largo de la película se torna diferente.

Cuca, comienza a entender que en vez de preocuparse por los cambios de actitud que ve en su padre, lo que debe hacer es alegrarse. Comienza a ver en él ganas de vivir y esto se ve claramente en la escena previa a la que Fred y Elsa viajan a Italia, escena en la que aparece Cuca y su marido leyendo una nota de Fred, en la que éste dice que pensó mejor lo de la inversión en el locutorio y que quería destinar ese dinero en ser feliz junto a Elsa.

Y por su parte, su nieto y su amigo abandonan la actitud proteccionista que tenían hacia él. Se mantienen un poco más al margen y comprenden que Fred ha encontrado motivos por los que ser feliz.

Asimismo, en referencia a la red social de Elsa, se aprecian una serie importante de cambios. Gabriel, el hijo que asumía todos los gastos de su madre, progresivamente comienza a aparecer en menor medida en el filme y pasa de ver la relación de su madre con Fred como una locura a ser la oportunidad de que Elsa alcance una estabilidad y sea totalmente feliz el tiempo que le queda.

Y por último, también nos parece destacar por el papel que juega en la relación de Elsa y Fred, al exmarido de Elsa, pues en el momento en que parece que la relación de Elsa y Fred ha terminado, el exmarido que, en un primer momento, pretende prevenir a Fred del error que cometió él al casarse con ella, le termina transmitiendo que ella es un ser maravilloso y que no debe dejarla escapar.


"Lleva tiempo llegar a ser joven" (Pablo Picasso)

lunes, 18 de noviembre de 2013


EPD 6: Reflexión sobre el adulto mayor.

El objetivo de la sesión de EPD 6 era realizar una reflexión sobre el adulto mayor. Para ello, comenzamos la clase, realizando en pequeños grupos un dibujo sobre una persona adulta mayor. Ilustrando cada grupo, lo que se le venía a la mente cuando pensaba en una persona adulta mayor, como si se tratase de una foto fija en la que estábamos pensando en ese momento.

A continuación, contestamos debajo del dibujo a las siguientes preguntas:

-Describe brevemente el tipo de formación al que podría aspirar el adulto mayor:
Según la mujer que dibujamos, pensamos que podría comenzar por el Graduado (ESA) y después acceder a un ciclo formativo. Esta respuesta estuvo motivada porque pensamos en las mujeres de nuestros respectivos pueblos y las tomamos como ejemplo, ya que las mujeres de los pueblos, en su gran mayoría, cuando aprueban el graduado realizan un ciclo formativo.

-¿Cómo crees que será su actitud como estudiante?:
Pensamos que se trataría de una alumna atenta, responsable, activa y con actitud crítica, ya que han vivido muchas experiencias y tienen su propia opinión personal sobre los aspectos de la vida. Además comienzan estos estudios por motivación propia, sin ningún tipo de obligación, lo cual hace que su interés por lo que hace sea mucho mayor.

Tras el dibujo y las respuestas de las preguntas anteriores visualizamos una serie de vídeos que nos puso la profesora en el aula. Relacionados todos ellos con la educación de personas adultas mayores. En los que podíamos ver la actitud de estas personas en las aulas, así como el interés que mostraban exponiendo sus ejemplos o haciendo preguntas.

Al finalizar los vídeos y comenzar la exposición final de los dibujos realizados y las preguntas contestadas, nos dimos cuenta que nuestro grupo había pensado en un mujer más joven, de entre 40-50 años, mientras que las personas que aparecían en los vídeos y los dibujos de nuestros compañeros reflejaban personas un poco más mayores, de 65 años en adelante, aproximadamente. Pensamos en una persona adulta mayor, pero al no estar acostumbradas a este término, no pensamos que esto también incluyese a personas un poco más mayores. Por este motivo, dibujamos a una mujer adulta.

Por otro lado, también observamos cómo las personas adultas mayores pueden acceder al nivel educativo que deseen, aunque se trate de un número mínimo las que lo realizan. Mientras que nuestra respuesta, quedaba limitada al título del graduado y a un ciclo formativo.

La etapa de adultez mayor ha sido poco estudiada en comparación con otras etapas vitales, y esto es debido a que este colectivo surge tras la guerra, que es cuando aumenta la esperanza de vida (se comienza a superar los 65 años de edad).

A continuación incluimos el dibujo realizado en la sesión de EPD.

domingo, 10 de noviembre de 2013

 Aula abierta de mayores de Gines.


Con esta entrada queremos mostrar cómo la educación de adultos está cada vez más presente en la realidad de nuestra sociedad. Las aulas abiertas para mayores siguen creciendo y en este caso es la localidad de Gines la que va a poder disfrutar de este servicio, en colaboración con la Universidad Pablo de Olavide.

En Gines existe un Centro Municipal de Educación Permanente, con aulas abiertas que llevan funcionando siete años y que desarrollan iniciativas de enseñanza universitaria con personas mayores.

Con esta noticia se ve reflejado cómo está aumentando la comprensión de esa necesidad de educación permanente a lo largo de toda la vida. El hecho de que las personas adultas retomen su educación no tiene tanto un significado académico como sí que lo tiene de crecimiento social y personal. Se fomenta la participación, la actitud crítica, el desarrollo de la personalidad, el respeto...

En definitiva, la Educación de Personas Adultas es un proceso que persigue el bienestar económico, cultural, social y personal, así como el equilibrio, la promoción de las capacidades individuales y la igualdad de oportunidades.

A continuación os dejamos el enlace que vincula con esta noticia, pero no sin antes concluir con la siguiente frase del Aula Abierta de Mayores de la Universidad Pablo de Olavide: “Aprender es vivir, nunca dejes de aprender”.

      EPD 5: La educación de adultos y las etapas vitales.

En esta sesión comenzamos con el visionado de un fragmento de la película “La selva esmeralda” (The esmerald forest), sobre el rito de paso a la adultez en un niño que se pierde en la selva y lo hacen formar parte de una tribu.

Tras esto, realizamos una lluvia de ideas sobre el significado de pasar de una etapa de la vida a otra y sobre cuándo se produce exactamente el rito de paso de cada etapa.

En nuestra sociedad, algunos ritos de paso a la etapa adulta son: la comunión, la puesta de largo con 18 años, la llegada de la menstruación (cambios en el cuerpo), el paso del colegio al instituto, la jubilación (para el comienzo de la adultez mayor), la boda, el primer trabajo, el acabar los estudios universitarios, etc.

La segunda parte de la sesión consistió en leer, de forma previa, el texto: “El adulto. Etapas y consideraciones para el aprendizaje” de Luis Amador Muñoz, Mª Carmen Monreal y María J. Marco.

TRABAJO EN GRUPO Y EXPOSICIÓN:
1. ¿Cuándo una persona es adulta?
Consideramos que una persona inicia su etapa adulta cuando:

-Su cuerpo experimenta algunos cambios significativos como la menstruación en las mujeres o el crecimiento de mayor cantidad de vello en los hombres.

-Cuando la persona tiene autonomía, capacidad de decisión y pensamiento crítico..., lo cual puede enmarcarse con momentos decisivos de la vida como finalizar los estudios, encontrar el primer trabajo, formalizar una relación de pareja e independizarse del núcleo familiar.

-Se tienen unos intereses y valores consolidados sobre la vida en sociedad.

-Se tiene una conciencia cívica, formalizando unas relaciones sociales selectivas e independencia en la toma de decisiones.

Estos son algunos rasgos significativos, sin embargo, debemos indicar que una persona puede tener estos rasgos pero no considerarse a sí misma como adulta, o por el contrario, no ser considerada socialmente como tal. En este punto, se podría hablar de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo a las cuales no se sabe muy bien cuando considerarlas adultas. Esto puede estar motivado por el grado de autonomía y por la capacidad de decisión que la familia le permita tener, influyendo en esto la sobreprotección que esa persona con discapacidad reciba.

Tras el debate grupal, ante la pregunta de si nos considerábamos adultos, surgieron temas como que el adulto tiene una responsabilidad mayor que la de un adolescente (llevamos una carrera), pero no somos mayores para tener un hijo, independizarnos…

La adultez tiene varias etapas, y se va evolucionando a medida que pasan los años. Cuando no nos sentimos adultos, es que necesitamos tomar más responsabilidades, por lo tanto, la edad no es determinante en ser adulto y ser adulto es algo muy relativo.

2. ¿Cuándo podemos considerar a una persona adulta mayor?
Podemos decir que una persona es adulta mayor cuando:

-Se observan rasgos físicos como: aparición de canas, arrugas, pérdida de cabello…
-Decaimiento físico.

-Se pasa por ritos de paso como la boda de plata o de oro, la jubilación, la salida de los hijos del hogar familiar, llegada de los nietos, muerte de un miembro de la pareja, etc.

Ahora bien, esto es muy general y dependerá del estilo de vida de la persona el que al llegar a una cierta edad sea considerada mayor o no.

3. Si tuviera que establecer ritos de paso a la etapa de adulto mayor, ¿Cuáles serían?
Como hemos mencionado con anterioridad, algunos ritos de paso serían:

-Jubilación y búsqueda de otras ocupaciones e intereses.
-Independencia de los hijos y llegada de nietos (Síndrome del nido vacío)
-Boda de plata u oro.
-Muerte de la pareja.

viernes, 1 de noviembre de 2013

“Nunca es tarde para…”

En la pasada clase, tuvimos la oportunidad de conocer un ejemplo vivo de “educación de personas adultas” con la visita de Reyes, una chica que después de varios años sin encontrar motivación alguna por los estudios decide retomar su formación.

Según nos contó, a ella nunca le había gustado estudiar. A duras penas llegó hasta la prueba de selectividad y sin saber muy bien qué es lo que quería entró en la carrera de filología inglesa, que dejaría tres meses después. Sin embargo, tras tener experiencias laborales en distintos campos pudo conocer en su último y actual trabajo qué es lo que de verdad le gustaba. Se dio cuenta, siendo azafata en el aeropuerto de Sevilla, que lo que realmente la motivaba era el lenguaje de signos, así que decidió apuntarse a un curso y tras ello continuar haciendo un grado superior en lengua de signos.

A pesar de los obstáculos que está encontrando, ya que lleva dos años con muletas y también ha tenido que compaginar sus estudios con el trabajo, con gran optimismo nos decía que “no pasa nada” porque está haciendo lo que de verdad le gusta y está encontrando un gran apoyo por parte de sus compañeros pero también de su familia y ello la anima a seguir afrontando el reto y conseguir aquello que quiere y de verdad le gusta.

Para finalizar esta entrada, nos gustaría compartir un videoclip que vimos en clase sobre un ejemplo de traducción simultánea de lenguaje oral a lengua de signos. Esperamos que os guste: